La fotografía de producto se basa en representar fielmente un objeto de una manera atractiva, mostrando exactamente lo que el cliente obtendrá una vez lo compre.

Hoy os traemos un ejemplo de fotografía de producto aplicada al sector bienestar.

Con este tipo de productos hay que estar atentos a los detalles. No basta con elegir una buena posición y composición. Detalles como reflejos, brillos no deseados o desperfectos en el packagging deberemos corregirlos durante el proceso de toma de las fotografías del producto y posteriormente en la edición.

Manipular estos objetos con guantes y limpiarlos siempre antes de realizarles las fotografías es imprescindible.

Es la suma de estos detalles lo que hará que vuestros productos se vean de la mejor forma de cara a su venta. Este tipo de detalles es lo que diferencia una fotografía estándar a una fotografía profesional.

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